SALUDO DEL PADRE ISMAEL OJEDA LOZANO, OAR

Queridas Madres Cristianas Santa Mónica de Perú: Mi cariñoso saludo en este primer mes del 2021.

Comenzamos el nuevo año deseándonos dicha y prosperidad, pero, aquí en España, nos vino enseguida un temporal de nieves y heladas que nos causaron muchos contratiempos y preocupación. Además, la pandemia no cede ni aquí ni en Perú, al menos en algunas regiones: aumentan los contagios y los decesos, con los consiguientes perjuicios y sufrimiento.

Recordemos: Nuestra fe nos asegura que nada sucede sin la permisión de Dios y que su providencia todo lo dispone para nuestro bien. No hay mal que por bien no venga, también se dice. Y esto, en un primer momento, parece que lo creemos fácilmente y lo aceptamos, y vamos adelante con alegría... 

Pero cuando esas circunstancias adversas se prolongan y no vemos salida a corto plazo, el espíritu malo nos tienta para que busquemos razones, explicaciones, e incluso culpables de lo que pasa. Y así desplazamos a Dios y lo relegamos; y entonces nos enredamos en las mediaciones humanas, sociológicas, políticas... que nos confunden y nos quitan la paz. 

Ojo con esta trampa: No perdamos jamás la visión de fe, en todo; al principio y al final de todo proceso. Recordemos: Es Dios quien permite esto, por tanto, él nos auxiliará; él lleva cuenta de nuestra respuesta, y él nos recompensará; él en persona será nuestro premio.  

Ánimo pues, Hermanas, en estas adversidades. Fortalezcamos la oración, la reflexión personal y el discernimiento espiritual para cuidar el trato íntimo con el Señor. Habrá que redoblar el trato y la cercanía con las hermanas de los coros de oración y de las comunidades de madres mónicas.

Estimadas Hermanas, que la entrega generosa y permanente al cónyuge y a los hijos estimule su fe y su testimonio de vida. 

Adelante en todo. No están solas. En intercambio de súplicas. Bendiciones en el Señor y en Santa Mónica, su ejemplo cabal. 

Con estima personal. ¡Bendito sea Dios!

P. Ismael Ojeda Lozano, OAR