miércoles, febrero 10, 2016

MIÉRCOLES DE CENIZA: DIOS NO TIENE POR ENEMIGOS A HOMBRES LIBRES

 Libra, pues, de esta esclavitud el Señor, nadie más; quien nunca la tuvo, ese mismo libera de ella, pues es el único que en esta carne vino sin pecado. De hecho, los pequeñines a los que veis llevados en brazos de sus madres todavía no andan, mas están ya engrillados, pues de Adán han adquirido lo que Cristo suelte. Cuando son bautizados, también a ellos pertenece esa gracia que promete el Señor, porque del pecado puede librar el único que vino sin pecado y se hizo sacrificio por el pecado. En efecto, cuando se leía el Apóstol, habéis oído: Desempeñamos, afirma, una embajada en lugar de Cristo, afirma, como si Dios exhortase mediante nosotros; en lugar de Cristo suplicamos —esto es, como si Cristo os suplicase— ¿qué? Que os reconciliéis con Dios. Si el Apóstol exhorta y suplica que nos reconciliemos con Dios, éramos enemigos de Dios, pues nadie se reconcilia sino desde las enemistades. Ahora bien, enemigos nos han hecho no la naturaleza, sino los pecados. Enemigos suyos por lo mismo que esclavos del pecado. Dios no tiene enemigos libres; es necesario que sean esclavos, y esclavos permanecerán si no los libra aquel cuyos enemigos quisieron ser pecando. Suplicamos, pues, afirma, en lugar de Cristo que os reconciliéis con Dios (2Co 5,20).

Ahora bien, ¿cómo nos reconciliamos, si no se deshace lo que separa entre nosotros y él mismo? Asevera, en efecto, mediante un profeta: No embotó el oído para no escuchar; sino que vuestros pecados separan entre vosotros y Dios (Is 59,1-2). Porque, pues, no nos reconciliamos, sino retirado lo que está en medio y puesto lo que esté en medio —hay, en efecto, un medianil separador, pero, al contrario, hay un mediador reconciliador: el medianil separador es el pecado, el mediador reconciliador es el Señor Jesucristo, pues hay un único Dios y un único mediador de Dios y hombres, Cristo Jesús hombre (1Tm 2,5)—; para que, pues, sea quitada la tapia separadora que es el pecado, vino ese Mediador y, sacerdote él mismo, se hizo sacrificio. Y, porque al ofrecerse a sí mismo como holocausto en la cruz de su pasión, se hizo sacrificio por el pecado, el Apóstol, tras haber dicho: «Os suplicamos en nombre de Cristo que os reconciliéis con Dios», cual si dijéramos: «¿Cómo podremos reconciliarnos?», sigue y dice: A éste, afirma, esto es, a Cristo mismo, que no había conocido pecado,Dios lo hizo  pecado por nosotros, para que en él mismo seamos nosotros justicia de Dios (2Co 5,20-21). A este mismo, afirma, a Cristo Dios, que no conocía pecado. Efectivamente, vino en la carne, esto es, (Cf Rm 8,3), en semejanza de carne de pecado no empero en carne de pecado, pues no tuvo absolutamente pecado alguno; y, precisamente porque él no tenía ningún pecado, se hizo auténtico sacrificio por el pecado.
 Pero quizá he dicho según mi sentir que pecado significa sacrificio por el pecado. Quienes han leído, reconozcan; quienes no han leído, no sean perezosos; insisto, para ser veraces en juzgar no sean perezosos en leer. El hecho es que, cuando Dios preceptuaba acerca de los sacrificios que ofrecer por el pecado —sacrificios en los que había no expiación de pecados, sino sombra del futuro—, a esos mismos sacrificios, a esas mismas hostias, a esas mismas víctimas, a esos mismos animales que se llevaban a inmolar por los pecados, en cuya sangre se figuraba aquella sangre, la Ley los nomina pecados, hasta tal punto que en ciertos lugares está escrito así: los sacerdotes que iban a inmolar debían poner sus manos sobre la cabeza del pecado, esto es, sobre la cabeza de la víctima que inmolar por el pecado. Tal pecado, pues, esto es, sacrificio por el pecado, se hizo nuestro Señor Jesucristo, que no había conocido pecado.
Coment. sobre el Ev. de San Juan 41, 5-6

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La Comunidad de Madres Mónicas es una Asociación Católica que llegó al Perú en 1997 gracias a que el P. Félix Alonso le propusiera al P. Ismael Ojeda que se formara la comunidad en nuestra Patria. Las madres asociadas oran para mantener viva la fe de los hijos propios y ajenos.

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