viernes, agosto 22, 2014

San Agustín nos habla de Santa Mónica (2)

Las Confesiones
Libro VI Capítulo III

Dificultad de llegar a Ambrosio muy ocupa

Ni siquiera gemía orando para que me socorrieras, sino que mi espíritu se hallaba ocupado en investigar e inquieto en discutir, teniendo al mismo Ambrosio por hombre feliz según el mundo, viéndole tan honrado de tan altas potestades. Sólo su celibato me parecía duro de soportar. Pero yo no podía sospechar, por no haberlo experimentado nunca, las esperanzas que abrigaba, ni las luchas que tenía que sostener contra las tentaciones de su propia excelencia, ni los consuelos de que gozaba en las adversidades, ni los sabrosos deleites que gustaba con la boca interior de su corazón cuando rumiaba tu pan [eucarístico]; ni él, a su vez, conocía mis inquietudes, ni la profundidad de mi peligro, por no poderle yo preguntar lo que quería y como quería, y de cuyos oídos y boca me apartaba la multitud de hombres de negocios, a cuyas flaquezas él servía.

Cuando éstos le dejaban libre, que era muy poco tiempo, se dedicaba o a reparar las fuerzas del cuerpo con el alimento necesario o las de su espíritu con la lectura. Cuando leía, lo hacía pasando la vista por encima de las páginas, penetrando su alma en el sentido sin decir palabra ni mover la lengua.

Muchas veces, estando yo presente —pues a nadie se le prohibía entrar ni había costumbre de avisarle quién venía—, le vi leer calladamente, y nunca de otro modo; y estando largo rato sentado en silencio —porque ¿quién se atrevía a molestar a un hombre tan atento?—, optaba por marcharme, conjeturando que aquel poco tiempo que se le concedía para reparar su espíritu, libre del tumulto de los negocios ajenos, no quería se lo ocupasen en otra cosa, leyendo mentalmente, quizá por si alguno de los oyentes, suspenso y atento a la lectura, hallara algún pasaje oscuro en el autor que leía y exigiese se lo explicara o le obligase a disertar sobre cuestiones difíciles, gastando el tiempo en tales cosas, con lo que no pudiera leer tantos volúmenes como deseaba, aunque más bien creo que lo hiciera así por conservar la voz, que con facilidad se le enronquecía.

En todo caso, cualquiera que fuese la intención con que aquel varón lo hacía, ciertamente era buena.

 Lo cierto es que a mí no se me daba tiempo para interrogar a tan santo oráculo tuyo, que era en su pecho, sobre las cosas que yo deseaba, sino cuando sólo podía darme una respuesta breve, y mis inquietudes requerían mucho tiempo y dedicación en aquel con quien las había de conferir, cosa que nunca hallaba. Yo le escuchaba, es verdad, predicando al pueblo rectamente la palabra de la verdad6 todos los domingos, confirmándome más y más en que podían ser sueltos los nudos todos de las maliciosas calumnias que aquellos engañadores nuestros levantaban contra los libros sagrados.

Así que, cuando averigüé que los hijos espirituales, a quienes has regenerado en el seno de la madre Católica con tu gracia, no entendían aquellas palabras: Hiciste al hombre a tu imagen, de tal suerte que creyesen o pensasen que estabas dotado de forma de cuerpo humano —aunque no acertara yo entonces a imaginar, pero ni aun siquiera a sospechar de lejos, el ser de una sustancia espiritual—, me alegré de ello, avergonzándome de haber ladrado tantos años no contra la fe católica, sino contra los engendros de mi inteligencia carnal, siendo impío y temerario por haber dicho reprendiendo lo que debía haber aprendido preguntando. Porque ciertamente tú —¡oh altísimo y próximo, secretísimo y presentísimo, en quien no hay miembros mayores ni menores, sino que estás todo en todas partes, sin que te reduzcas a ningún lugar!— no tienes ciertamente tal figura corporal, no obstante que hayas hecho al hombre a tu imagen y desde la cabeza a los pies ocupe éste un lugar.


0 comentarios:

Related Posts with Thumbnails

Acerca de este blog

La Comunidad de Madres Mónicas es una Asociación Católica que llegó al Perú en 1997 gracias a que el P. Félix Alonso le propusiera al P. Ismael Ojeda que se formara la comunidad en nuestra Patria. Las madres asociadas oran para mantener viva la fe de los hijos propios y ajenos.

  © Blogger templates The Professional Template by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP