Saludo del P. Ismael Ojeda

Buenos días, queridas Madres Mónicas de Perú:

Es para mí un gozo grande saludarlas al final de junio y contarles a la vez que el III Encuentro de Madres Mónicas en San Millán ha sido una gran bendición para todos los que hemos participado. Así como antes de celebrarse fue motivo de súplica al Señor, ahora, una vez concluido, deseamos que sea ocasión propicia para dar gracias al Señor, dador de todo bien.

Les puedo asegurar, para su contento, que el Encuentro fue vivido por todos los participantes con mucha alegría y confianza entre los hermanos, y con un gran gozo en el amor del Señor. Fueron dos días maravillosos, cortos, pero pero a la vez intensos en la convivencia fraterna y en la experiencia de Dios. Dentro de poco les mandaremos algún testimonio y también la crónica del Encuentro.

Mientras tanto, justo es que les agradezcamos de corazón las oraciones que elevaron al Señor pidiendo que el Encuentro diera muchos frutos. El Amor del Señor se ha derramado abundantemente y lo hemos experimentado, casi palpado con las manos. Por eso queremos también compartir con ustedes nuestra alegría y la comunión que nos une a todos y a todas como Asociación de Madres Cristianas Santa Mónica.

Querríamos que hubiera participado más gente en el Encuentro, sobre todo de España, pero nos hacemos cargo de las dificultades. Otra vez será. Dios lo quiera. Además, les cuento que fuimos por todo 22, con un servidor. El Encuentro, por primera vez, fue internacional, porque asistió un matrimonio de Caracas, una señora de Lima y otra de Managua. Los cuatro estaban visitando a los hijos que tienen en Europa y aprovecharon para participar en el encuentro. Fue para todos nosotros un gusto tenerlos con nosotros. Su presencia fue muy enriquecedora para todos. El resto procedía de Madrid, sobre todo, de Lodosa, Navarra, y de Miranda de Ebro, Burgos.

Bien, hermanas, no les quito más tiempo. Si tienen oportunidad visiten el blog padre ismael ojeda WordPress donde encontrarán más información. Que Dios se siga glorificando en su vida personal y familiar. Con estima personal, p. Ismael