JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO
El Reino de Dios, proclamado por Cristo, "no es de este «mundo", o sea no está regido por las leyes de nuestro pobre mundo empecatado: «la ambición humana, la codicia de los ojos y la arrogancia del dinero» (1 Jn 2,16).
Por eso, la Iglesia no debe jamás aliarse ni identificarse con ningún poder de este mundo, ni, mucho menos, ofrecerse como alternativa ideal del poder civil.
Jesucristo es el centro y el núcleo del reino de Dios. Lo es porque triunfa del pecado y de la muerte en el momento supremo del abandono y de la entrega. Por eso damos gracias al Padre en nuestra Eucaristía.
ORACION DE ACCION DE GRACIAS
Señor, te pedimos perdón por las veces en que no hemos sido solidarios con el sufrimiento de los demás.
Reconocemos que hay algo dentro de nosotros, fruto del pecado, que aprovecha su debilidad para atacarlos injustamente.
Tú que padeciste todo tipo de injurias, ayúdanos a controlar este impulso destructivo que ve en el otro el enemigo a batir.
Seguramente nuestras reacciones responden a las heridas que el mal ha causado en nosotros.
Queremos, sin embargo, romper esta cadena que transmite la amargura del dolor y no nos deja compadecernos del sufrimiento ajeno.
Nos has dicho que cuando maltratamos al prójimo, te lo hacemos a Ti mismo.
Abre nuestros ojos para ver la realidad y darnos cuenta de las injusticias que se cometen con nuestros hermanos.
Danos el valor para denunciarlas.
Solo si reconocemos nuestra culpa podremos recibir tu salvación y disfrutar de tu Reino de justicia.
Gracias por no haberte olvidado de nosotros.
P. Julián Montenegro Sáenz, OAR.
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