SALUDO DEL PADRE ISMAEL OJEDA.
Queridas Madres Cristianas Santa Mónica de Perú:
Les deseo que estén viviendo plenamente esta Pascua con el Resucitado.
Sin querer apartar ninguna preocupación, el motivo de este mes será acompañar a las madres venezolanas en su dolor por los hijos y la familia, y sostenerlas con nuestra oración.
Detrás de un emigrante, de un manifestante, de un policía, de un detenido, de un hambriento, incluso de un malandro, como se dice por allá, hay una madre que sufre, acompaña, ora y espera. También detrás de los muertos. Triste realidad que no nos deja indiferentes.
A pesar del llamado permanente del Papa Francisco y de sus viajes como mensajero y peregrino de la paz, en nuestra sociedad y en el mundo entero hay mucha confrontación, mucha violencia y muchos conflictos... Falta diálogo, comprensión, perdón, reconciliación...
Esto es precisamente lo que nos posibilita el Resucitado. Él lo aprendió de su Madre, la reina de la paz. A través de ella pidamos que toda mujer y en especial toda madre sea constructora de paz.
Con estima personal. Ánimo, Cristo vive. Es El Señor. Un abrazo, P. Ismael Ojeda Lozano, oar
Les deseo que estén viviendo plenamente esta Pascua con el Resucitado.
Sin querer apartar ninguna preocupación, el motivo de este mes será acompañar a las madres venezolanas en su dolor por los hijos y la familia, y sostenerlas con nuestra oración.
Detrás de un emigrante, de un manifestante, de un policía, de un detenido, de un hambriento, incluso de un malandro, como se dice por allá, hay una madre que sufre, acompaña, ora y espera. También detrás de los muertos. Triste realidad que no nos deja indiferentes.
A pesar del llamado permanente del Papa Francisco y de sus viajes como mensajero y peregrino de la paz, en nuestra sociedad y en el mundo entero hay mucha confrontación, mucha violencia y muchos conflictos... Falta diálogo, comprensión, perdón, reconciliación...
Esto es precisamente lo que nos posibilita el Resucitado. Él lo aprendió de su Madre, la reina de la paz. A través de ella pidamos que toda mujer y en especial toda madre sea constructora de paz.
Con estima personal. Ánimo, Cristo vive. Es El Señor. Un abrazo, P. Ismael Ojeda Lozano, oar
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