POESÍAS DEL ASCENSO DEL HOMBRE HACIA DIOS
Ascendamus etiam per vitia et
passiones nostras.
San Agustín (Sermón III).
Hazme, Señor, serena y pensativa
la pasión, y el amor házmelo claraluz interior,
Este saltar del agua turbia y negra
del centro de mi ser, hazlo molino
para el oro, Señor, de tu cosecha.
Haz del nombre que llena mi cariño,
como Beatriz, un símbolo sereno
que conduzca mi verso al Paraíso.
Todo estoy roto en surcos de besana.
Aprovecha, Señor, para tu siembra
este mojado madrugar del alma.
Lleva hacia Ti los soplos de este viento.
Llámame este deseo hacia tus plantas
sin quitarme del todo este deseo.
Cura esta herida de mi cuerpo impuro….
¡pero el dolor que queda, no lo cures,
porque sepa, siquiera, donde estuvo!
José María Pemán
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