Bautismo del Señor. Lectio Divina

Lecturas

Isaías 42, 1-4. 6-7

    Con este poema se inicia la serie de paisajes bíblicos conocidos como los”cánticos del Siervo sufriente” o “poemas del Siervo de Dios”. En este poema se presenta al Siervo como elegido y sostenido por el Señor y como objeto de una especial predilección. Su misión es impulsar la justicia en  las naciones de una manera pacífica y no violenta. Como el rey mesiánico, el Siervo ha recibido el don del Espíritu, que el Señor concede a las personas que han sido llamadas a ejercer una responsabilidad  importante y arriesgada, como los Jueces y los Profetas. 

    La frase “te destiné a ser alianza del pueblo” indica en primer lugar que el Siervo está llamado a ser lazo de unión entre los diversos sectores del pueblo de Dios y quizá alude también a las relaciones que debe fomentar  entre Dios y la comunidad postexílica. Esta misión convierte al Siervo en “luz” para las naciones y de ahí que tenga una doble responsabilidad: ser  liberador del pueblo y modelo para las naciones. Otro propósito fundamental de la misión confiada   al Siervo es abrir los ojos de los ciegos y sacar de las cárceles a los presos y a los que viven en tinieblas. Esta múltiple tarea indica que él debe atender al ser humano en su totalidad, respondiendo a toda actividad material, social y emocional.

Hechos 10, 34-38

    Pedro comienza su discurso dando testimonio de su cambio de actitud: “verdaderamente comprendo que Dios no hace acepción de personas sino quew en cualquier nación el que le teme y practica la justicia le es grato. Esta declaración de Pedro es lo que Lucas comunica  a su comunidad  y lo que el Espíritu comunica a la Iglesia de todos los tiempos. 

    El discurso de Pedro es un bello resumen del kerigma apostólico primitivo,  un evangelio completo, anterior a los cuatro evangelios. El Espíritu interrumpe el anuncio de Pedro al “caer sobre todos los que escuchaban la Palabra”. Pedro y los seis circuncisos que le acompañaban desde Jope quedan  atónitos al ver cómo los gentiles han recibido el Espíritu Santo como la comunidad apostólica en Pentecostés. Pedro hace que todos se bauticen y nace así la primera comunidad cristiana gentil. Pedro se queda algunos días con ellos.

Lucas 3, 15-16. 21-22

    Aquí se esclarece la identidad del Bautista en diálogo con la gente. Se trataría de la predicación del

Bautista acerca del Mesías. Lucas describe en primer lugar el ambiente: “el pueblo andaba haciendo suposiciones”. Una introducción enlaza este relato con lo anterior; luego siguen la descripción de lo que sucedió después del Bautismo  y el esclarecimiento de lo sucedido por una vox del cielo. 

    Aunque se trata de un bautismo realizado por Juan, éste no es mencionado para nada. Lucas ha cerrado el capítulo de Juan y ahora el personaje importante es Jesús. En Mateo, Juan mantiene aún un diálogo con Jesús pero en Lucas no: “todo el pueblo se bautizaba”; así el Bautista cumple la misión confiada a él ante de su nacimiento: “preparar un pueblo perfecto para el Señor”. Luego Lucas centra la atención en  la teofanía más que en el bautismo. También es el único en observar que Jesús está en oración. Es una característica de Lucas presentar a Jesús en oración anteas de tomar una decisión importante.

    Lucas presenta a Jesús como Mesías e Hijo de Dios, misterio descubierto por el Espíritu Santo y actuado por impulo y  acción. Estas dos cosas son fundamentales en el ministerio de Jesús: su solidaridad con el pueblo y su identidad de profeta enviado por Dios. Como continuadores de la obra del Mesías, los lectores deben sentirse impulsados por el don del Espíritu a una actividad profética, en plena solidaridad con los hermanos.

Meditación

    Es bueno que en el día del Bautismo del Señor nos planteemos si existen principios básicos en nuestra vida cristiana para vivir en fidelidad y que así podamos experimentar la alegría y la fidelidad como hijos de Dios. 

    La fiesta de la solemnidad del Bautismo del Señor, con la cual concluye el tiempo dr Navidad es un momento esencial para comprender el Evangelio. Recordemos. “mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero”; “me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo”; “Tú eres mi Hijo, el amado”. En esta presentación no hay nada superficial, es la obra perfecta de Dios que se orienta a la salvación de la humanidad y como punto de partida de un orden nuevo en los corazones y en la historia. Surge así un mundo nuevo…

    Entrar así en el dinamismo de la gracia es también entrar en nosotros mismos y es estar en el contexto de los principios básicos que nos definen como cristianos y nos urgen a pensar, si como consecuencia, entramos en la lógica del camino de Cristo: “promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes, que esperan sus islas”.

    Como a Cristo, a cada uno de nosotros nos afecta lo de “Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he tomado de la mano, te he formado y he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones”.

Oración

        Mas ¿por qué se ha de lavar el Autor de la limpieza?

    porque el bautismo hoy empieza y él lo quiere inaugurar.

        Juan es gracia y tiene tantas, que confiesa el mundo de él

    que hombre no nació mayor ni delante ni después.

        Y, para que hubiera alguno mayor que él, fue menester

    que viniera a hacerse hombre la Palabra que Dios es,

        Y se rompe todo el cielo, y entre las nubes se ve

    una paloma que viene a posarse sobre él.

        Y se oye la voz del Padre que grita:    

     escuchadle, es el Maestro, mi hijo querido es>.

        Y así Juan, al mismo tiempo, vio a Dios en persona tres,

    voz y paloma en los cielos, y al Verbo eterno a sus pies. Amén (himno de Vísperas)

Contemplación

   Iba, pues, el Señor a que lo bautizara para recomendar la humildad, incluso con su bautismo y, al mismo tiempo, hacer sagrado el sacramento, porque lo recibió en su edad madura, igual que, de niño, la circuncisión. Lo recibió para recomendar la medicina, no la herida. Pero, a Juan, de haber estado limpio de toda culpa, ¿qué le habría impulsado a decir: , si nada había en él que necesitase curación o limpieza? Reconociéndose él deudor, ¿le descargas tú las deudas para que queden sin pagar? ; tengo necesidad, me es necesario. También esto le fue concedido allí; pues, cuando el Señor bajó al agua, no quedó él fuera. ¿Qué necesidad tenemos de más cosas? Cese ya, si es posible, de llevar la contraria ese pendenciero, porque el Salvador liberó incluso a su propio heraldo (san Agustín en Sermón 193, 12).

Acción. Renovar las promesas del Bautismo.

P. Imanol Larrínaga, OAR