SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA

 ¡Oh, glorioso Santo Tomás de Villanueva! Hoy, los que te tenemos por patrono, venimos a pedirte para que intercedas ante el Señor por la nueva realidad provincial que acaba de nacer. Tu Provincia, hoy, se agranda con nuevos hermanos. Pídele al Señor para que juntos, nos empeñemos en ser creadores de comunión y unidad y continuemos construyendo un futuro lleno de esperanza.

Te pedimos por España y por los religiosos que aquí trabajan. Que el ambiente secularizado nunca nos convenza que no tiene sentido tratar de cambiar algo. Necesitamos un empujón del Espíritu para que no nos paralicemos y para no acostumbrarnos a caminar sólo dentro de los confines seguros.

Te pedimos por Brasil y todos los religiosos que allí trabajan. Que trabajen con empeño en anunciar el Evangelio, con la fuerza del Espíritu, y se sientan parte del caminar de una Iglesia discípula, misionera y profética, alimentada por la Palabra de Dios y por la Eucaristía, enriqueciéndola con el carisma agustino recoleto.

Te pedimos por Venezuela y por todos los religiosos que trabajan es ese amado y golpeado país. Que la fuerza que viene del Señor los anime a ser Iglesia samaritana que cure las heridas del pueblo con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza.

Te pedimos por Argentina y por todo los religiosos que allí viven. Dales la capacidad y la valentía de construir, junto a Jesús, la cultura de la vida, anunciándola, protegiéndola y defendiéndola en estos momentos en donde el valor de la vida se relativiza-

Te pedimos por Perú y por los religiosos que allí hacen comunidad. Que el ejemplo de las primicias de santidad de la evangelización que fecundaron esas tierras, junto con tu intercesión, ayude a los religiosos a seguir construyendo la unidad y la esperanza de todo ese amado pueblo.

Santo Tomás, queremos pedirte por los religiosos mayores. Sostenlos en sus testimonios lleno de sabiduría y fortalécelos en sus fragilidades. Mira a los religiosos que se abrazan a la cruz de la enfermedad, para que sus vidas sean ofrenda sencilla y pascual. A los que sirven a los hermanos en el gobierno infúndeles el don de una caridad solícita para que sepan animar y acompañar los procesos personales y comunitarios. Llena de caridad pastoral a aquellos que tienen encomendada una porción del pueblo de Dios como pastores, para que vean en sus vidas la imagen del Buen Pastor. A aquellos que trabajan en los centros educativos, infúndeles una ciencia animada por la caridad. A los misioneros, los de la Prelatura de Marajó y los de la sierra andina de Chota y Cajamarca, que nunca pierdan la alegría de anunciar el Evangelio de Jesús a los sencillos de corazón y a los que menos tienen. A los formadores dales la capacidad de formar a los formados con un corazón grande y generoso. A los promotores vocacionales dales saber suscitar, acompañar y discernir el llamado del Señor en la vida de muchos jóvenes.

Mira con amor paternal a los formandos de nuestra Provincia. A los profesos de Monachil; a los novicios de Monteagudo; a los postulantes y aspirantes de Franca, Belém, Palmira, San Andrés Golf y Lima. Aliéntalos con una respuesta generosa y dales la convicción que nos hay nada más hermoso en la vida que pertenecer a Jesús.

Santo Obispo de los Pobres. Hoy te encomendamos a las Fraternidades Seglares de nuestra Provincia. Aliéntalos en su camino personal y comunitario, para que sean sal y luz en el mundo, desde el carisma agustino recoleto. Ponemos en tus manos a todos los jóvenes de las JAR, para que tengan la capacidad de seguir a Jesús con hermanos, testimoniando la alegría de una juventud al servicio del Reino.

Te pedimos que protejas a todas las familias y personas que comparten la fe con nosotros en nuestros ministerios parroquiales y educativos. Mira con especial solicitud a aquellos que, en t

u vida, fueron tus preferidos: los pobres, los que se encuentran solos o en dificultades. Que nosotros podamos ser, para ellos, instrumentos del amor misericordioso de Dios y de la caridad que brota de nuestra fe.

Hoy, todos los que formamos la gran comunidad provincial puesta bajo tu nombre y protección, queremos hacer de nuestras vidas una ofrenda de santidad al Señor y al pueblo a nosotros encomendado. Acompáñanos en nuestro camino. Llévanos siempre de tu mano. Que tu ejemplo de vida y santidad nos aliente. Nunca dejes de presentarnos ante el trono de Dios, el único santo.

¡Santo Tomás de Villanueva, ruega, hoy más que nunca, por nosotros!

    Mons.Carlos María Domínguez, OAR.