BÚSQUEDA CREATIVA
A pesar de su aparente inocencia, la parábola de los talentos
encierra una carga explosiva. Sorprendentemente, el “tercer siervo” es
condenado sin haber cometido ninguna acción mala. Su único error
consiste en “no hacer nada”: no arriesga su talento, no lo hace
fructificar, lo conserva intacto en un lugar seguro.
El
mensaje de Jesús es claro. No al conservadurismo, sí a la creatividad.
No a una vida estéril, sí a la respuesta activa a Dios. No a la obsesión
por la seguridad, sí al esfuerzo arriesgado por transformar el mundo.
No a la fe enterrada bajo el conformismo, sí al trabajo comprometido en
abrir caminos al reino de Dios.
El gran pecado de los
seguidores de Jesús puede ser siempre el no arriesgarnos a seguirlo de
manera creativa. Es significativo observar el lenguaje que se ha
empleado entre los cristianos a lo largo de los años para ver en qué
hemos centrado con frecuencia la atención: conservar el depósito de la
fe; conservar la tradición; conservar las buenas costumbres; conservar;
la gracia; conservar la vocación...
Esta tentación de
conservadurismo es más fuerte en tiempos de crisis religiosa. Es fácil
entonces invocar la necesidad de controlar la ortodoxia, reforzar la
disciplina y la normativa; asegurar la pertenencia a la Iglesia... Todo
puede ser explicable, pero ¿no es con frecuencia una manera de
desvirtuar el evangelio y congelar la creatividad del Espíritu?
Para los dirigentes religiosos y los responsables de las comunidades
cristianas puede ser más cómodo “repetir” de manera monótona los caminos
heredados del pasado, ignorando los interrogantes, las contradicciones y
los planteamientos del hombre moderno, pero ¿de qué sirve todo ello si
no somos capaces de transmitir luz y esperanza a los problemas y
sufrimientos que sacuden a los hombres y mujeres de nuestros días?
Las actitudes que hemos de cuidar hoy en el interior de la Iglesia no
se llaman “prudencia”, “fidelidad al pasado”, “resignación”... Llevan
más bien otro nombre: “búsqueda creativa”, “audacia”, “capacidad de
riesgo”, “escucha al Espíritu” que todo lo hace nuevo.
Lo más
grave puede ser que, lo mismo que le sucedió al tercer siervo de la
parábola, también nosotros creamos que estamos respondiendo fielmente a
Dios con nuestra actitud conservadora, cuando estamos defraudando sus
expectativas.
El principal quehacer de la Iglesia hoy no
puede ser conservar el pasado, sino aprender a comunicar la Buena
Noticia de Jesús en una sociedad sacudida por cambios socioculturales
sin precedentes.
José Antonio Pagola
ORACION DE ACCION DE GRACIAS
No sé qué dicen los libros de autoayuda, pero me parece, Señor, que el primer paso para crecer y ser feliz debe ser agradecerte lo que soy, porque es así como has querido hacerme.
En vez de torturarme pensando en lo que no soy y no sé, procuro pensar que lo que soy y sé hacer puede convertirse en un don en favor de los que has puesto a mi lado y en una bendición para mí mismo.
Claro que me gustaría mejorar, y me doy cuenta de que no podré conseguirlo si rechazo lo que soy.
Acepto mis limitaciones, agradezco la ayuda de los hermanos que me echan una mano, y me concentro en hacer rendir las potencialidades que me has regalado.
Y sé que, a fin de cuentas, tú suplirás lo que haga falta y me invitarás a entrar en tu casa.
P. Julián Montenegro Sáenz, oar.
0 comentarios:
Publicar un comentario