Saludo del P. Ismael
Queridas Madres Cristianas Santa Mónica de Perú: Espero y deseo que estén muy bien al recibir este saludo mensual.
Sea este saludo mensual ocasión propicia para seguir dejándonos llevar por la gracia de Dios en este Año Santo de la Misericordia a fin de realizar la obra de salvación en el mundo y concretamente en las familias peruanas, pues el Padre del Cielo no quiere que nadie se pierda sino que tengamos todos vida en abundancia.
Estimadas madres mónicas de Perú, si no están satisfechas de cómo están aprovechado este Año Jubilar, pues todavía no se acaba esta bendición extraordinaria que vivifica nuestras familias. Ánimo y manos a la obra. Es tiempo de sembrar y lanzar la semilla a discreción...
Por aquí en Santa Rita, todo bien, hermanas, gracias a Dios. Acabo de presidir la misa de las Madres Mónicas de la parroquia. Hemos estado espiritualmente unidos a ustedes y a tantas madres mónicas de todo el mundo, sobre todo de los ministerios agustinos recoletos en América.
Pues nada, sigamos trabajando con ilusión por el Reino en nuestras familias, en nuestras comunidades parroquiales, en todo el mundo. Dios siga glorificándose en sus vidas y en sus hogares, por intercesión de Santa Mónica. Un abrazo y adelante. Con estima personal,
P. Ismael Ojeda Lozano, oar
Sea este saludo mensual ocasión propicia para seguir dejándonos llevar por la gracia de Dios en este Año Santo de la Misericordia a fin de realizar la obra de salvación en el mundo y concretamente en las familias peruanas, pues el Padre del Cielo no quiere que nadie se pierda sino que tengamos todos vida en abundancia.
Estimadas madres mónicas de Perú, si no están satisfechas de cómo están aprovechado este Año Jubilar, pues todavía no se acaba esta bendición extraordinaria que vivifica nuestras familias. Ánimo y manos a la obra. Es tiempo de sembrar y lanzar la semilla a discreción...
Por aquí en Santa Rita, todo bien, hermanas, gracias a Dios. Acabo de presidir la misa de las Madres Mónicas de la parroquia. Hemos estado espiritualmente unidos a ustedes y a tantas madres mónicas de todo el mundo, sobre todo de los ministerios agustinos recoletos en América.
Pues nada, sigamos trabajando con ilusión por el Reino en nuestras familias, en nuestras comunidades parroquiales, en todo el mundo. Dios siga glorificándose en sus vidas y en sus hogares, por intercesión de Santa Mónica. Un abrazo y adelante. Con estima personal,
P. Ismael Ojeda Lozano, oar
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