La verdad sobre las cifras
La Inquisición se instauró en España en 1242 y no fue abolida formalmente hasta 1834. Su actuación más intensa se registra entre 1478 y 1700, durante el gobierno de los Reyes Católicos y los Austrias. En cuanto al número de ajusticiados, los estudios realizados por Heningsen y Contreras sobre las 44.674 causas abiertas entre los años 1540 y 1700, concluyeron que fueron quemadas en la hoguera 1.346 personas (algo menos de 9 personas al año en todo el enorme territorio del imperio español, desde Sicilia hasta el Perú, lo cual representa una tasa inferior a la de cualquier tribunal provincial de Justicia).
El británico Henry Kamen, conocido estudioso no católico de la Inquisición española, ha calculado un total de unas 3.000 víctimas a lo largo de sus seis siglos de existencia. Kamen añade que "resulta interesante comparar las estadísticas sobre condenas a muerte de los tribunales civiles e inquisitoriales entre los siglos XV y XVIII en Europa: por cada cien penas de muerte dictadas por tribunales ordinarios, la Inquisición emitió una".
Con más de cinco mil estudios ya publicados sobre la Inquisición, los expertos dan por zanjada la polémica en torno a los datos históricos, y centran ahora sus esfuerzos en el análisis de la sociología, la hacienda y la jurisprudencia del Santo Oficio. La leyenda negra ha muerto ya para los historiadores, pero sigue circulando entre personas menos documentadas. Afortunadamente, la fe cristiana custodia una doctrina que le permite rectificar los errores prácticos en los que hayan incurrido sus miembros a lo largo de la historia: la doctrina del Evangelio.
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