La Provincia de San José cumple 65 años
"El capítulo general de 1938 encargó al consejo general la creación de
sendas provincias en Estados Unidos y Venezuela. Tras recibir respuesta
del consejo provincial de San Nicolás, el prior general de la orden
recabó el permiso de rigor de la Congregación de Religiosos y de su
Consejo y el 1 de octubre de 1948 erigía la nueva provincia y la ponía
bajo la protección de san José. La solemne promulgación del decreto tuvo
lugar en San Millán el día 12 de octubre de 1948.
La provincia nació con suficiente número de religiosos, con
ministerios variados y una economía saneada. En el momento de su
creación contaba con 24 casas distribuidas entre Venezuela (15), Perú
(8) y España (1); y 99 religiosos, de los que 85 eran sacerdotes; cinco
profesos –todos venezolanos– y nueve hermanos, más 35 aspirantes en
España y 25 en Venezuela. La provincia de San Nicolás se quedó con 187
religiosos, entre los que abundaban los ancianos y recién salidos de las
penalidades de la guerra.
Los primeros años de la provincia fueron admirables. Impulsados por
un provincial de grandes recursos y conscientes de que el porvenir
dependía únicamente de sus desvelos, los religiosos no escatimaron
esfuerzos y en pocos años construyeron una comunidad próspera, con
buenas casas de formación y buenos ministerios.
La primera tarea de la provincia fue la apertura de casas de
formación, ya que San Millán nunca podría proporcionarle personal
suficiente. Al principio buscó vocaciones en las tres naciones en que
estaba asentada: España, Venezuela y Perú. Mantuvo los seminarios de San
Millán y Palmira, ambos reabiertos en 1947, y admitió aspirantes en la
parroquia peruana de San Pedro de Lloc. La experiencia peruana apenas
duró unos meses, y la venezolana tampoco fue larga.
La década de los sesenta fue una década de plenitud. La semilla que
con tanta abnegación se había esparcido en la anterior llega a sazón y
produce frutos abundantes. Nuevos religiosos robustecen año tras año las
comunidades.
Hacia 1973 comienza una etapa compleja, difícil de reducir a un
denominador común. La ilusión y la desesperanza se alternan sin
interrupción. En general, prevalece el pesimismo. Los gérmenes negativos
de la etapa anterior saltan a la superficie y se apoderan de la escena.
Para muchos ha sido una época de sufrimiento, pero, como casi siempre,
este sufrimiento ha traído también bienes. Ha planteado interrogantes,
ha abierto horizontes más amplios y ha movido a buscar soluciones en la
tradición de la orden. Con todo, esos esfuerzos resultaron
insuficientes. Fueron demasiado teóricos. El recuerdo y la reflexión
prevalecieron sobre la praxis y la aplicación a la vida de cada día.
A fines de 2003 la provincia tenía 120 religiosos, distribuidos en 23
comunidades y dedicados a labores ministeriales (27 parroquias),
educativas (7 colegios y 4 seminarios) y misionales (prelatura de
Chota). Atienden también el templo de San Agustín en Caracas, el
santuario de la beata María de San José en Maracay (Venezuela) y la casa
de retiros de Pachacámac en Perú. Diez comunidades estaban radicadas en
Venezuela, ocho en Perú y cinco en España."
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