Saludo del P. Ismael Ojeda

Estimadas Madres Cristianas Santa Mónica de Perú:

Con gusto me dirijo a ustedes para saludarles en este 27 de Octubre, el Mes Morado. Seguramente sabrán todas o casi todas que estoy participando en el Capítulo general de la Orden que se está celebrando en Monachil, Granada. Desde aquí, me uno con alegría a todas las que en este día se habrán encontrado para la reunión mensual, participar en la misa, o en la hora santa ante el Santísimo. Pido a Dios que escuche todas sus intenciones y atienda sus necesidades, aun más allá de lo que nosotros nos atrevemos a pedir.

En este sentido, les cuento que esta mañana me han encomendado presidir la misa que celebramos los 40 religiosos que asistimos al Capítulo. Hemos celebrado la misa votiva de santa Mónica, y nos hemos unido en comunión espiritual y afectiva a todas ustedes y hemos ofrecido al Señor todas sus plegarias y preocupaciones. Quiera el Señor que cada día estemos más unidos todos para construir su Reino fortaleciendo los hogares cristianos. Lo conseguiremos si todas ustedes permanecen firmes en la fe y cumplen con generosidad y valentía la vocación de esposas y de madres cristianas.

Si quieren seguir de cerca el desarrollo del Capítulo pueden entrar a la página de la Orden o también visitar el blog de un servidor, y ahí encontrarán el enlace. En el blog he colgado estos últimos días unos textos preciosos sobre la oración, tomados de la Carta a Proba escrita por san Agustín. Espero que esa enseñanza les confirme en la práctica de la oración y les ilumine sus dudas. En los próximos días proseguiré con las entradas del Sermón de los pastores, también de nuestro Padre, que comencé hace tiempo. Creo que también les puede servir en cuanto que ustedes están llamadas a guiar a sus hijos en comunión con sus esposos.

Bien, y no les quito más tiempo. Les agradezco sus oraciones e interés por el Capítulo. Son muy generosas. Que Dios siga glorificándose en sus vidas y a través de ustedes en sus hogares. Que El Señor de los Milagros proteja al Perú y lo guíe hacia su Reino. Amén. Con mi aprecio personal, p. Ismael