La Anunciación del Señor a María
Dentro de nueve meses estaremos de nuevo alrededor de un pesebre adorando a un niño precioso, el niño Dios. La historia comienza con una acción misteriosa y un "sí" de cuyo eco todos nos beneficiamos.
¿Y cómo diría yo
lo que un ángel desbarata?
Fue como tener seguras
las paredes de la casa
y en un vendaval sin ruido
ver que el techo se levanta
y entra Dios hasta la alcoba, diciendo:
“Llena de gracia,
no me levantes paredes
ni pongas muro a tu casa
que por entrar en tu historia
me salto yo las murallas.
Si Virgen, vas a ser madre
Si esposa, mi enamorada.
Si libre, por libre quiero
que digas: “He aquí la esclava”.
“He aquí la esclava”, le dije
y se quedó mi palabra sencilla
sencillamente arrodillada
José Luis Blanco Venga, sj
(Tomado de www.agustinosrecoletos.org)
¿Y cómo diría yo
lo que un ángel desbarata?
Fue como tener seguras
las paredes de la casa
y en un vendaval sin ruido
ver que el techo se levanta
y entra Dios hasta la alcoba, diciendo:
“Llena de gracia,
no me levantes paredes
ni pongas muro a tu casa
que por entrar en tu historia
me salto yo las murallas.
Si Virgen, vas a ser madre
Si esposa, mi enamorada.
Si libre, por libre quiero
que digas: “He aquí la esclava”.
“He aquí la esclava”, le dije
y se quedó mi palabra sencilla
sencillamente arrodillada
José Luis Blanco Venga, sj
(Tomado de www.agustinosrecoletos.org)
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