"Comunidad Madres Cristianas Santa Mónicas" (1)

 “Había sido mujer de un solo varón; había rendido a  sus padres los debidos respetos,
había gobernado su casa piadosamente y contaba con el testimonio de las buenas obras. 

Había criado a sus hijos pariéndoles tantas veces cuantas les veía apartarse de ti”.  (Conf. IX, 9,22)

La figura de santa Mónica tiene hoy, como siempre, un gran poder de atracción. Personifica a la madre cristiana; y más en tiempos tan revueltos como los actuales. Prueba de ello es la difusión que la Comunidad de Madres Cristianas ha experimentado desde su fundación. Da cuenta de ello su fundador, el padre Lorenzo Infante, OAR.

La Comunidad nació en la primavera de 1982, en el Centro de Acción Católica de la madrileña parroquia de Santa Rita. Contribuyeron a su rápida difusión, a la par que las afiliadas todas de este Centro, las de la Fraternidad Seglar Agustino Recoleta de la misma parroquia. En seguida, muchas de las que iban asociándose se constituían en propagadoras de la Obra. Actualmente son unas 10 000, pero contamos con que muchas madres, al leer estas líneas, desearán colaborar en la difusión creciente de la Comunidad, que ha llegado ya a extenderse por casi todas las diócesis de España, por Hispanoamérica, Japón, Zaire y algunas naciones de Europa.

El objetivo que la Comunidad persigue es sencillo: perseverar, como santa Mónica, en la oración por la fe de los hijos. Sobre su organización poco hay que decir. Es bien simple. Las madres ser encuadran en grupos –en “coros”- de siete, principalmente por razones eucarísticas: cada una tiene asignado un día a la semana en que, a ser posible, diga su oración ante el Santísimo. Así, diariamente, de cada coro una, de cada mil coros mil madres, rezan ante el sagrario por la fe de los hijos.

En la Comunidad caben todas las madres con fe y toda mujer de fe, con tal que se comprometan a rezar a diario por la fe de los hijos propios y ajenos. Ninguna se verá impedida ni por motivos económicos ni por sus ocupaciones. La millonaria y la necesitada pueden formar en un mismo coro. No hay cuota alguna. Solo al ingresar, cada una entrega a quien forma el coro la cantidad que tenga a bien. Y si alguna nada puede dar, ingresará con igual derecho que las que mucho dieron. Y nunca en la dirección se sabrá quién dio y quién no.

    COMPROMISOS

        * Dar ejemplo a los hijos
        * Tratarlos con amor y comprensión
        * Rezar por ellos a diario

Tampoco la complejidad de la vida actual impide el ingreso a la Comunidad. Toda madre, al ingresar, se compromete a defender la fe de sus hijos, como santa Mónica: -dando a los hijos ejemplo de coherencia con la propia fe;- tratándolos siempre con comprensión y amor;- rezando a diario, con plena confianza, por la fe de ellos. Nada de todo esto exige tiempo alguno; el compromiso de oración se cumple en cualquier lugar y hora recitando en solo dos minutos una fórmula dada. En esta suma facilidad hay que buscar, creemos, la clave de la rápida difusión de la Comunidad.

En el Perú funciona desde el 1997 en los cuatro ministerios agustinos recoletos: Parroquia Santa María Magdalena y Nuestra Señora de la Caridad en Pueblo Libre; parroquia Santa Rita de Casia en Miraflores y Seminario San Ezequiel Moreno en San Miguel. También en la parroquia diocesana Nuestra Señora de la Encarnación de Pueblo Libre, posteriormente se formaron Coros  en Talara, Chiclayo, Chota y Arequipa.