La Custodia de Baeza

Baeza es punto obligado para quien quiera conocer España. Entre tierras de olivos y parques naturales aparecen dos ciudades soberbias con un esplendoroso pasado: Úbeda y Baeza.

Baeza es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El siglo XVI fue su época de mayor esplendor con una riqueza arquitectónica con representaciones de todos los estilos. Admirablemente conservada a pesar de la escasa sensibilidad de las administraciones públicas por su conservación y cuidado de los detalles.

En Baeza, como en la mayoría de ciudades antiguas y de rancio abolengo, se celebra, desde la Edad Media, la festividad del Corpus Christi con gran solemnidad y riqueza ornamental. Tras la misa oficiada en la Catedral, el Cristo Sacramentado, acompañado de niños vestidos de Comunión, miembros de la Adoración Nocturna que portan la imagen de San Tarsicio, guardias jóvenes, la Escuadra de Gastadores, miembros de la Iglesia y del Ayuntamiento y por fieles que entonan cánticos litúrgicos, se saca en procesión por las calles engalanadas con altares, juncia, alfombras florales y serrín de colores. De la riqueza y boato del Corpus Christi baezano, sin duda, sobresale la monumentalidad de la Custodia, magnífica obra de orfebrería de estilo barroco, considerada como una de las mejores de España y realizada, en 1717, con tres cuerpos, sustentados cada uno por doce pares de columnas, en plata sobredorada de más de 200 kilos de peso y con 2.10 metros de altura. Tiene un total de 72 columnas, 36 relieves sobre el Antiguo y Nuevo Testamento, 12 Apóstoles, 24 ángeles, 6 querubines, 27 campanillas y 18 jarroncillos; además de las figuras de la Inmaculada, el viril San Miguel y la Fe.

(Tomado de: La Catedral de Baeza y su entorno monumental, de Juan Cruz C.)