LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
La imaginación puede perturbarnos mucho en la oración porque nos lleva a todas partes y nos distrae. Pero no hay que luchar contra ella, porque es peor. Es mejor apartar dulcemente las imágenes interiores y dejarlas pasar, volviendo suavemente a la presencia del Señor. Pero también podemos pedirle al Espíritu Santo que sane y ordene nuestra imaginación para que nos ayude a orar. La imaginación es algo bueno y precioso si se la entregamos al Espíritu Santo.
Entonces, podemos imaginar las manos de Jesús que acarician, o sus brazos que sostienen, o sus ojos que miran con serena ternura, o simplemente su rostro, su figura que nos invita a un abrazo, o a descansar a su lado. Estas son buenas maneras de introducirnos en su presencia. En ese encuentro, es posible que imaginemos que él abre su pecho y derrama en nosotros ese manantial de fuego que es el Espíritu Santo.
Así, el Espíritu Santo puede ayudamos con su luz, para que aprendamos a utilizar nuestra imaginación con habilidad y creatividad, de manera que sea nuestra aliada en la oración, y no nuestra enemiga.
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Los Cinco Minutos de San Agustín de Hipona
Ciertamente ahora te vemos por espejo y enigmas, no cara a cara, y así, mientras peregrino fuera de ti, me soy más presente a mí que a ti. Con todo, sé que tú no puedes ser de ningún modo violado, en tanto que no sé a qué tentaciones puedo yo resistir y a cuáles no puedo, estando solamente mi esperanza en que eres fiel y no permitirás que seamos tentados más de lo que podemos soportar, porque con la tentación das también el éxito, para que podamos resistir.
Entonces, podemos imaginar las manos de Jesús que acarician, o sus brazos que sostienen, o sus ojos que miran con serena ternura, o simplemente su rostro, su figura que nos invita a un abrazo, o a descansar a su lado. Estas son buenas maneras de introducirnos en su presencia. En ese encuentro, es posible que imaginemos que él abre su pecho y derrama en nosotros ese manantial de fuego que es el Espíritu Santo.
Así, el Espíritu Santo puede ayudamos con su luz, para que aprendamos a utilizar nuestra imaginación con habilidad y creatividad, de manera que sea nuestra aliada en la oración, y no nuestra enemiga.
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Los Cinco Minutos de San Agustín de Hipona
Ciertamente ahora te vemos por espejo y enigmas, no cara a cara, y así, mientras peregrino fuera de ti, me soy más presente a mí que a ti. Con todo, sé que tú no puedes ser de ningún modo violado, en tanto que no sé a qué tentaciones puedo yo resistir y a cuáles no puedo, estando solamente mi esperanza en que eres fiel y no permitirás que seamos tentados más de lo que podemos soportar, porque con la tentación das también el éxito, para que podamos resistir.
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