Fe en familia (2)
2. Aprender la fe en familia
Los modos para lograrlo son muchos.
La lectura y el estudio de la Biblia, especialmente de los Evangelios,
resultan un momento esencial para conocer la propia fe. Para ello, hace
falta recibir una buena introducción, sea a través de cursos en la
parroquia, sea a través de la lectura de libros de autores católicos
fieles al Papa y a los obispos.
Existe, por
ejemplo, un curso de Biblia “on-line” del P. Antonio Rivero, que ofrece
una buena ayuda para comprender mejor los libros sagrados. Se encuentra
en http://es.catholic.net/conocetufe/804/2778/
De un modo más concreto, la familia en su conjunto o cada uno (según la
propia edad) puede encontrar un momento al día para leer una parte del
Evangelio. No se trata de una lectura simplemente informativa. Se trata
de preguntarse, sencillamente, en un clima de oración: ¿qué quiere
decirme Cristo con este texto? ¿Cómo ilumina mi vida?
Junto a la lectura de la Biblia, es necesario estudiar y conocer el
“Compendio del Catecismo de la Iglesia católica” y, si fuera posible,
también el mismo “Catecismo de la Iglesia católica”. El primero debería
ser leído por los padres y, en la medida en que van creciendo, por los
hijos. El segundo puede servir para ir más a fondo sobre temas
importantes o ante dudas que puedan surgir. Los dos textos son ofrecidos
en internet en la página del Vaticano, www.vatican.va.
La lectura del Catecismo permite conocer la fe católica en sus aspectos
más importantes. Además, une a la familia con toda la Iglesia, al
acercarse todos y cada uno a aquellas enseñanzas que nos permiten tener
vivos y actualizados contenidos que no son simple “doctrina”, sino que
nos ponen en contacto con Cristo y con su Cuerpo Místico: con el Papa,
los obispos, los sacerdotes, los demás creyentes; con la Iglesia
purgante (la que espera en el purgatorio) y con la Iglesia triunfante
(que ya participa en el Banquete de Bodas del Cordero).
A través de estas lecturas, los padres estarán preparados para enseñar
la doctrina católica en casa, si esto fuera posible. Si los hijos van a
clases de catecismo en la parroquia o reciben clases de religión en la
escuela, los padres ayudarán mucho a sus hijos para ver si han entendido
bien, si tienen dudas. Les preguntarán los temas que están aprendiendo,
no para “controlar”, sino para saber por dónde van en la catequesis y
así ayudarles a vivir lo que les explicaron.
Por desgracia, en algunos lugares no se ofrece una buena enseñanza del
catecismo a los niños. En otros, incluso, se les enseña ideas
equivocadas. Toca a los padres velar para que la doctrina recibida por
los hijos corresponda a lo que nos enseña la Iglesia y está contenido en
el Catecismo. Si hace falta, pueden avisar al párroco de los errores
que reciben sus hijos, o incluso al obispo, para que no se ofrezcan,
bajo la apariencia de una “catequesis”, ideas confusas o contenidos
claramente ajenos a nuestra fe católica.
Hemos mencionado la importancia de conocer a fondo la Biblia y el Catecismo. El estudio de la propia fe se enriquece a través de buenos libros, adaptados a cada edad. Unos serán cuentos navideños o novelas misioneras. Otros ofrecerán consejos para los adolescentes. Otros irán más a fondo sobre temas de fe, de ciencia, de moral.
Hacer un elenco de esos libros no resulta fácil. En catholic net hay un
valioso arsenal de libros “on-line” (cf.
http://es.catholic.net/biblioteca/). Podemos, además, recordar libros
como los siguientes:
* P. Jorge Loring, “Para salvarte” (es posible encontrarlo en internet, o comprarlo como volumen).
* Mons. Tihámer Toth, “El joven de carácter” (también presente en internet).
Dos particulares ámbitos formativos se encuentran en los modernos
medios de comunicación. Tenemos, en primer lugar, a los medios
“clásicos” de noticias (televisión, radio, prensa). La familia no puede
olvidar que en los mismos se ofrecen valoraciones sobre los hechos
religiosos llenas de distorsiones o, incluso, de mentiras solapadas.
Otras veces se escogen unos temas y se ocultan otros que tienen gran
importancia para la vida de la Iglesia. Los padres deben conocer estos
peligros y hacerlos presentes a sus hijos.
En
segundo lugar, tenemos el mundo informático, especialmente internet
(aunque no sólo). También aquí reina un enorme caos, y los temas
religiosos son tratados en algunas páginas con mucha superficialidad, si
es que no se cae en manipulaciones grotescas.
Los padres están llamados a educar a los hijos para tener un sano
espíritu crítico. No se trata de aislarlos (hay temas que, a base de
presión informativa, se convierten casi en “obligados”), pero sí de
guiarlos para saber que no todo lo que se dice por ahí es verdad, y para
comprender que los medios de comunicación no permiten alcanzar una
imagen exacta de la Iglesia y de la vida ejemplar de miles y miles de
buenos católicos.
Ayudará, en ese sentido, un
doble esfuerzo. Por un lado, filtrar cualquier tipo de programas o de
textos (escritos en papel o en la computadora) que presenten el mal como
bien, que calumnien a personas o instituciones de la Iglesia, que
promuevan incluso actitudes claramente antievangélicas (desenfreno,
hedonismo, consumismo, odio racial o clasista, etc.).
Por otro, hay que saber individuar tantas (y son muchas, gracias a
Dios) fuentes informativas sanamente católicas, que ofrecen la doctrina
correcta (según el Catecismo) y que ayudan a conocer la actualidad del
mundo y de la Iglesia en una perspectiva justa.
En ese sentido, es.catholic.net es una página que merece la pena ser
conocida en sus distintas partes, así como otras páginas (la enumeración
podría ser larga) donde la familia puede encontrar excelentes
herramientas para la propia formación, incluso grabaciones de radio o
pequeñas conferencias filmadas sobre la Iglesia, su historia, su
doctrina, su vida actual.
En cuanto a la
información católica, contamos con la que se ofrece con bastante
puntualidad en www.vatican.va (la página del Vaticano), y con los
servicios informativos de agencias como www.zenit.com.
Una presentación más amplia sobre este tema se encuentra en el estudio
de Jorge Enrique Mújica, El rostro católico de internet en español (en
http://es.catholic.net/jorgemujica/articulo.php?tem=1430&id=34119).
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