San Pío de Pietrelcina
NOVENA AL
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
I
Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontrareis, llama y os abrirán" -He ahí porque yo llamo, yo busco, yo pido la gracia: (mencione el favor que desea)
Padre Nuestro,
Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, confío en Ti.
II
Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os dijo todo aquello que pidiereis en mi nombre a mi Padre, El os lo concederá" -He ahí porque al Eterno Padre, en Tu nombre, yo pido la gracia...
Padre Nuestro,
Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, confío en Ti.
III
Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra, pero mis palabras jamas" -He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras, yo pido la gracia...
Padre Nuestro,
Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, confío en Ti.
Oración final
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, al cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros pobres pecadores y concédenos las gracias que pedimos por medio del inmaculado, Corazón de María, tu y nuestra tierna Madre.
San José, Padre Putativo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Dios te salve...
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ACORDAOS
Acordaos ¡oh sagrado Corazón de Jesús! de todo lo que habéis hecho por salvar nuestras almas, y no las dejéis perecer. Acordaos del eterno e inmenso amor que habéis tenido por ellas; no rechacéis estas almas que vienen a Vos, agobiadas bajo el peso de sus miserias oprimidas bajo el de tantos dolores. Conmoveos a la vista de nuestra debilidad, de los peligros que nos rodean por todas partes, de los males que nos hacen suspirar y gemir.
Llenas de confianza y amor, venimos a vuestro Corazón, corno el corazón del mejor de los padres, del más tierno y más compasivo amigo. Recibidnos, ¡oh Corazón sagrado! en vuestra infinita ternura; hacednos sentir los efectos de vuestra compasión y de nuestro amor; sed nuestro apoyo, nuestro mediador cerca de vuestro Padre, y en nombre de vuestra preciosa sangre y de vuestros méritos, concedednos la fuerza en nuestras debilidades, consuelo en nuestras penas, y la gracia de amaros en el tiempo y de poseeros en la eternidad.
Corazón de Jesús, yo vengo a Vos porque sois mi único refugio, mi sola pero cierta esperanza; Vos sois el remedio de todos mis males, el alivio de todas mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente infalible e inagotable para mi, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición.
Estoy seguro que no os cansaréis de mí y que no cesaréis de amarme, protegerme y ayudarme, porque me amáis con un amor infinito.
Tened piedad de mi, según vuestra gran misericordia, y haced de mí, por mi, y en mí todo lo que queráis, porque yo me abandono a Vos con una entera confianza de que Vos no me abandonaréis jamás. Así sea.
Devocionario Católico
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